Hay días en los que los planes con los que iniciamos el día terminan siendo distintos a como los términamos.
El día de hoy comenzó como todos los demás. Siendo viernes sentía que la semana ya comenzaba a pesarme y me sentía algo cansada.
Fui a visitar a una amiga que tuvo mellizos en la semana 22 (what!) de gestación, eso quiere decir que la mitad de su desarrollo lo pasaron afuera en una incubadora. Bendita tecnología y gracias a Dios que nacieron aquí, en Alemania, ya que en otro país las posibilidades de de estos pequeños serían diferentes…
El caso es que me dirigía a conocer a estos dos saludables pequeños y llevaba unas costas que quizá le serían de ayuda a la mamá que tiene 3 niños de menos de 3 años todo el día en casa. Como eran cosas grandes, me estacioné lo más cerca que pude para no tener que cargar tanto.
Despues, al estar arriba, en el segundo piso, veo por la ventana que hay un auto mal estacionado a media calle, muy parecido al mio, con las placa que comienzan con las mismas letras…. Pero como! Mi auto estaba ahora parado 6 metros ms atrás de donde yo lo había dejado. Había olvidado poner el freno de mano y se fue despacio hasta chocar en la pared de un garage.
El segundo choque del año. Llamamos a la policía, fui al mecánico por una cotización rápida, llamé al dueño de la casa, a la aseguradora, a mi amigo que me hecho la mano e hizo que la defensa quedara por lo menos derecha…
Todo esto me causó un gran estrés, cualquier cosa que sea no planeada me angustia y me llena de inseguridades, me siento a la deriva simplemente esperando que pueda llegar a pasar, así que al llegar a mi casa me preparé un rollon con AE de Release, limón, naranja y ciprés para dejar todas las inseguridades del día de lado.
Hogar Esencial 